SELENE POR NOEMÍ ESTER MARMOR

12:00 a.m.

Photo by Sam Pineda from Pexels

Las palabras son puentes que desconocen de fronteras y nos traen historias y amigos. Esta vez tengo el gusto de compartir con ustedes el talento de Noemí Ester Marmor. Una argentina de bella sonrisa; ojos claros como manantial con los que nos despista y un gran talento para narrar con elegancia la crudeza y lo más turbio del ser humano.
Sus palabras logran transportarnos a escenarios y situaciones. Sus personajes se sienten reales. Todos esos detalles me hicieron sentir urgencia de compartir uno de sus relatos en este blog que sigue acumulando el talento de varios amigos escritores.
Noemí también tiene algunas publicaciones en la Revista Supraversum y en la Antología Orgullo Zombie. No hay que perderle la pista.
Gracias por permitirme el placer de tener un escrito tuyo aquí, Noemí.


Selene
por Noemí Ester Marmor

El juez estaba feliz. Su proveedor le había conseguido una joyita en la villa miseria más pobre de la ciudad. Tuvo anteriormente grandes satisfacciones de ese moridero de parias. Su contacto había acordado un precio con la madre y la pareja de ésta. Se la proporcionaron con la condición de que le dejaran llevar su muñeca. Estaba muy excitado, esperando verla con el vestido de lazos, medias con puntilla y zapatitos de charol.
Selene entró, cortándole la respiración con su belleza de once años, sin que la ropa anticuada disimulara su incipiente desarrollo. No lloró. Todas lo hacían. Y él las ¨consolaba¨. No importaba.
—Ven, preciosa. Siéntate en la falda del tío…
Aferrada a su enorme muñeca, obedeció, con el semblante sereno.
—¿Te gusta mi casa, bonita? —Le acarició las piernas.
—Me llamo Selene.
No le agradaba que tuvieran nombres. Ni que no le temieran. Pero era una cría hermosa… Siguió con su ascenso bajo la falda.
—Si te portas bien, el tío te hará unos regalitos que te encantarán —la mano había llegado a la cara interna de los muslos.
Ella soltó una risita. El juez, se disgustó. Sus dedos rozaban el borde de las bragas.
—¿Qué te hace gracia?
—No eres mi tío —dijo con voz gélida—. Eres mi padre. Le hiciste mucho, mucho daño a mamá.
Antes que el hombre reaccionara, sacó un afilado cuchillo bajo la ropa de su muñeca, y le cercenó la garganta. Observó al tipo desplomarse. Abrió el ropero. Como le habían dicho, encontró un falso fondo, con fotos de niñas desnudas y bastante dinero. Envolvió todo en una prenda. Abrió la ventana. Bajó con agilidad hacia el jardín. La esperaba su papá de crianza. Le tomó la mano. Marcharon hasta el destartalado coche, donde aguardaba, con la marcha encendida, su mamá.


Noemí Ester Marmor
Blog: https://mimimarmor.blogspot.com/
Twitter: https://twitter.com/NMarmor
Antología Orgullo Zombie: https://lektu.com/a/noemi-ester-marmor/9154

Post relacionados

0 comentarios