Microcuentos en vídeo
10:00 a.m.
Cuando empecé a escribir microcuentos, no imaginé que las exigencias de las redes sociales me llevarían a complementarlos con foto y vídeo.
El ejercicio de buscar nuevos formatos para contar microrrelatos inició participando en algunos retos de microcuento que proponían distintas cuentas de Twitter, luego se me ocurrió complementar esos textos con fotografías y colocarlas en mi perfil de Instagram. Quizás hubo algo en mi subconsciente que de alguna manera me hizo emular el formato de las fotonovelas que durante mi adolescencia hojee en la revista alemana "Bravo".
Poco a poco he creado y acumulado casi 200 microrrelatos, acompañados de fotografías en mi cuenta de Instagram. En la cambiante red social se abrió la puerta a los ya conocidos "Reels", fue ahí donde me pregunté qué podría hacer en vídeo, que fuera más interesante que demostrar que no sé bailar bien y menos frente a una cámara. No tenía sentido torturar a mis pocos seguidores con tan nefasto espectáculo. Después de pensar en diversas ideas, como hablarle a la cámara de mi teléfono celular para dar tips de motivación, se me ocurrió llevar mis microcuentos a formato vídeo. Así como en el caso de los "foto-microcuentos" (término que me acabo de inventar), quería contar alguna historia corta, pero con imágenes en movimiento y que no duraran más de 15 segundos.
El trabajo de realizar un "foto-microcuento" tiene sus complejidades. No solo hay que escribir la historia, también hay que encontrar o tomar la fotografía que la complemente o aporte algo que la enriquezca. Luego hay que diagramar el texto y finalmente publicarlo. En el caso del "vídeo-microcuento", había que repetir el proceso, pero agregar video y escoger el audio más conveniente.
Tanto en el "foto-microcuento", como en el "video-microcuento" el proceso de producción toma muchas horas de trabajo. ¿Por qué hacerlo? Quizás es por mi amor al cine y a los audiovisuales en general. Por otro lado, pues simplemente porque quiero explorar o descubrir formas distintas para contar historias. A veces es cansado, pero vale la pena y lo disfruto. Más aún cuando veo que alguien aprecia el resultado de la experiencia que propongo.
Gracias por pasar por aquí. Te espero en el siguiente post.
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